1 . Control excesivo del aspecto físico

Mirarse al espejo de forma obsesiva, ser demasiado crítico con la vestimenta o utilizar métodos de control restrictivos como esas fajas súper apretadas, ojo, no quiere decir que, si las usas o te miras al espejo dos o tres veces al día ya tengas un TCA, la clave para determinar si es obsesivo o no es sentir ansiedad si no lo haces.

2 . Cambios repentinos en el carácter al acercarse la hora de comer

Cuando se tiene una mala relación con la comida es difícil mantenerse sereno si tienes un plato lleno de sopa enfrente, el enojo o la irritación siempre son una buena excusa para retirarse de la mesa y no comer.

3 . Conductas obsesivas de restricción de alimentos

Te niegas a comer incluso lo que antes te gustaba, criticas la comida y conoces todos los valores energéticos de la comida, de manera que puedas controlar aquello que entra a tu cuerpo.

4 . Pérdida de peso importante

Bajar de peso debe ser gradual cuando así se requiere, bajar una gran cantidad de peso en poco tiempo puede indicar un problema alimentario y por supuesto, muchos problemas de salud como anemia o avitaminosis.

5 . Realizar ejercicio físico de forma obsesiva

Una vez más la medida para saber si es demasiado es observarse y determinar si al no realizar la sesión de ejercicio del día la ansiedad invade, el ejercicio debe disfrutarse no padecerse.

Un Trastorno de la Conducta Alimentaria es tratable y con un maravilloso diagnóstico si se trata con la terapia correcta, así que, si notas en ti o en alguien que conozcas este tipo de conductas, no dudes en contactarnos.

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