¡Buen día!
No planeaba escribir este post en la semana, pero acaba de pasar una fecha muy especial: el cumpleaños de Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis y uno de los personajes más polémicos, excéntricos y revolucionarios de la psicología.
Un científico enamorado (y algo intenso)
Freud nació en 1856 y, además de su talento como científico, fue un hombre apasionado. Se enamoró profundamente de Martha Bernays, una joven cuyo mayor obstáculo era… su mamá.
La suegra no lo quería porque era un joven científico judío sin dinero, así que se llevó a Martha a otra ciudad.
¿La solución de Sigi? Convertirse en doctor para ganarse el respeto de la suegra y escribirle cartas de amor que hoy en día siguen siendo memorables. Aquí van algunas perlas:
“Estoy adormilado y muy triste al pensar que tengo que conformarme con escribirte en vez de besar tus dulces labios.”
Y esta joya freudiana:
“Hoy, de camino a la consulta, he visto un total de 35,248 formas fálicas…”
¡Sí! Así de excéntrico era nuestro querido Freud.
Martha y los experimentos familiares
Martha finalmente se casó con Freud, pero no todo fue miel sobre hojuelas. Freud usó a su esposa e hijos como sujetos de observación para sus estudios sobre la conducta humana.
Y por si fuera poco, tenía una fuerte adicción a la cocaína, algo que en su época era visto más como medicina experimental.
Así que si tu mamá alguna vez te dijo que no le gustaba tu pareja… tal vez tenga algo de razón. Punto para la suegra.
¿Qué hizo Freud por la psicología?
Mucho. Enorme. Innegable.
Freud desarrolló el Psicoanálisis, una corriente terapéutica que busca comprender los trastornos mentales mediante la exploración del inconsciente.
Usaba métodos como:
- La interpretación de los sueños
- La Asociación Libre (dejar que el paciente hable libremente sin interrupciones)
Seguro te suena la imagen del paciente en un diván hablando mientras el terapeuta toma notas desde una silla. ¡Esa escena es 100% Freud!
🔎 Ojo: no todos los psicólogos usan el psicoanálisis. Existen muchas corrientes terapéuticas y ya te las iré contando poco a poco para que encuentres la que más se adapta a ti.
El hombre detrás del diván
Freud no era solo un pionero en psicología, también era… peculiar:
- Amaba a su perrita Jofie, que lo acompañaba en sesiones.
- Tenía miedo al número 69 y a los helechos.
- Solo usaba tres trajes, tres pares de zapatos y tres mudas de ropa interior.
- Odiaba los cambios, la ropa nueva y las sorpresas.
- Fue fumador empedernido, lo que lo llevó a perder la mandíbula por un cáncer.
Vivió tiempos difíciles: como judío y científico, sus libros fueron quemados por los nazis, y fue perseguido y exiliado de Viena durante la Segunda Guerra Mundial. Murió poco después, mientras varias de sus hermanas fueron enviadas a campos de concentración.
Freud vive… incluso si no te das cuenta
Aunque a muchos les cae mal y a otros les fascina, el legado de Freud vive hasta en nuestras conversaciones cotidianas:
- ¿Te han dicho que tienes “complejo de Edipo”? ✔️ Freud.
- ¿Tu pareja te acusa de “neurosis”? ✔️ Freud.
- ¿Hablaste de libido o fetiches? ✔️ Freud también.
¡Feliz cumpleaños, Sigi!
Por excéntrico, por genio, por intenso y por poner sobre la mesa temas que en su época eran tabú…
Gracias, Freud. Que tu legado viva en el diván, en los libros, y hasta en nuestras peleas de pareja. 🛋️